Hotel Castillo Medieval Viña del Mar, Viña del Mar

El hotel se encuentra en un rincón tranquilo, rodeado de un hermoso jardín que proporciona un ambiente relajante, ideal para desconectar y disfrutar de la naturaleza. Las habitaciones son acogedoras, aunque un poco pequeñas y con un aire algo mohoso. El servicio es bastante amigable, con el personal en trajes medievales que le da un toque especial. Sin embargo, la experiencia gastronómica fue un poco decepcionante, ya que la selección de desayuno era bastante básica. En general, es un lugar con un buen ambiente, pero tiene áreas que pueden mejorar.

El hotel se encuentra en un lugar muy tranquilo, rodeado de un hermoso jardín que invita a relajarse. Las habitaciones son acogedoras, aunque un poco pequeñas y oscuras, lo que puede ser un inconveniente. El personal es extremadamente amable y viste trajes medievales, lo que añade un toque especial a la experiencia. Sin embargo, la oferta gastronómica no fue la mejor, ya que el desayuno fue bastante básico. En general, es un lugar agradable para desconectar, aunque hay aspectos que podrían mejorar.

El hotel se encuentra en un rincón muy tranquilo, rodeado de un hermoso jardín que es perfecto para relajarse. Las habitaciones son acogedoras, aunque un poco pequeñas y oscuras, lo que puede no ser ideal. El personal es extremadamente amable y viste trajes medievales, lo que añade un toque especial a la experiencia. Sin embargo, la experiencia gastronómica no fue la mejor, ya que el desayuno dejó mucho que desear en variedad. En general, es un lugar agradable para desconectar, aunque hay aspectos que podrían mejorar.

El hotel se encuentra en un lugar muy tranquilo, rodeado de un hermoso jardín que te invita a relajarte. Las habitaciones son acogedoras, aunque un poco pequeñas y oscuras, lo que podría ser un inconveniente. El personal es realmente amable y atento, haciendo que la estancia se sienta más cálida. Sin embargo, la experiencia gastronómica fue un poco decepcionante, ya que el desayuno era bastante básico. En general, es un lugar agradable para desconectar, aunque hay aspectos que podrían mejorar.

El hotel se encuentra en un rincón muy tranquilo, rodeado de un jardín precioso que es perfecto para relajarse. Las habitaciones son acogedoras, pero algo pequeñas y un poco oscuras. El personal es muy amable, lo cual le añade un toque especial a la estancia. Sin embargo, la experiencia gastronómica no fue la mejor, ya que el desayuno dejó mucho que desear en variedad. En general, es un lugar con un ambiente agradable, aunque hay aspectos que podrían mejorar.